El Tabaco como uso medicinal

Desde mucho antes de la llegada de los españoles a las tierras de Abya Yala, el uso del tabaco como planta medicinal se podía ver por todas partes, y era cultivada en distintos espacios y climas. Pero la planta tenía un uso exclusivamente medicinal, el cual se ha extendido hasta nuestros tiempos como parte de las medicinas que nos heredaron los antepasados que vivieron en lo que ahora llamamos continente americano.

“El tabaco es sagrado, por lo tanto es muy importante respetarlo, y en su utilización hacerlo con mucha responsabilidad y gran amor.

El tabaco por sus propiedades nos ayuda a aquietar nuestros pensamientos, enfocarnos y centrarnos en el momento presente y en uno mismo. Es la preparación previa para poder escuchar a los espíritus guías, a los espíritus de la naturaleza y a los seres que habitan en otras dimensiones o planos de conciencia. En las ceremonias lo usamos para acompañar a los abuelos al ofrendarlo al Fuego Sagrado y de esta manera formar parte del círculo de la Medicina. La Ceremonia del tabaco, es parte de la herencia de nuestros ancestros en el cual su esencia es honrar la palabra a través de la escucha y de la expresión consiente de nuestros corazones, para acordar a través del compartir, la forma de cómo queremos vivir y agradecer cada momento de nuestra vida. Propósitos del Tabaco Existes diferentes formas de utilizar el tabaco una de ellas es en una hoja de maíz que representa a la Madre Tierra, colocamos intenciones con tabaco que luego fumamos en círculo, con un propósito que orienta la palabra de todos y que compartimos entre todos. Así expresamos nuestro entendimiento con respecto al gran propósito, sumando en él nuestros propios anhelos y que finaliza una vez completado el círculo. De esta forma sabemos que la palabra sana tanto, como nuestra capacidad para escuchar al otro y dejar que la sabiduría de la experiencia de cada quien emerja compartiendo nuestras vidas.

En la sabiduría ancestral esta el conocimiento de la necesidad de nutrirnos con los 4 elementos. Reconociendo en los alimentos de la Madre Tierra, los que fortalecen nuestro cuerpo físico y sistemas; en tomar el Agua para nuestra capacidad de fluir con todas nuestras relaciones; en respirar el Aire la energía positiva para alimentar nuestra mente; en el Fuego para la conexión espiritual, la que obtenemos directamente del Abuelo Sol o a través del rezo con el Tabaco. 

Con esto también queremos REENCONTRARNOS con su propósito y esencia original. Conectarnos desde el espíritu, desde el fuego del corazón, para mirar desde la mayor perspectiva nuestro camino, la relación que el ser humano a través del tiempo tergiversó de las culturas antiguas transformándolo en el vicio hoy conocido y que de alguna manera seguimos buscando en forma inconsciente. Así estamos ayudando a que mucha gente termine con la adicción al cigarrillo, comprendiendo su verdadera naturaleza a través de la herencia que la sabiduría ancestral de pueblos originarios ha dejado para esta humanidad, a través de nuestra propia conexión con la esencia de nuestra vida. Otra parte importante sagrada de fumar el tabaco es que se realiza en grupo, dentro de una Ceremonia, para estrechar los lazos entre unos y otros, y hablar desde el corazón con todos nuestros hermanos en comunión con el Corazón del Cielo, Corazón de la Tierra. Esto se hace para mezclar e integrar las energías al inhalar el mismo humo. Es una forma de cimentar la unión, de dejar ir las diferencias. No obstante también el tabaco nos ayuda a tener las visiones durante la ceremonia o en sueños, donde logramos tener el contacto con nuestros guías y ancestros, pedir su consejo referente a las situaciones actuales en las cuales nos encontramos en esos momentos. El humo del tabaco y los sueños son la arena principal para volver a entrar en contacto con nuestras visiones y trabajar para expresarlas. También sirven para otras funciones, por ejemplo, para decidir qué tenemos qué hacer para resolver nuestros problemas y ofrecer una salida segura para nuestras emociones. Al estar en un estado de conciencia más profunda cuando dormimos, o en contemplación, también estamos más abiertos a los mensajes de nuestros abuelos y de nuestro Ser Esencial. El tabaco en conjunto con otras plantas como la salvia, el romero, la ruda, el pirul, la altamiza, el ajenjo, el estafiate, la albahaca, la lavanda, entre otras plantas curativas que solemos utilizar en las ceremonias, sobre todo en los círculos de Mujeres, durante la luna llena. Cada una de ellas es recogida con reverencia por la persona que vaya a trabajar con ellas y que saben cuáles son sus poderes curativos, cada planta tiene un tiempo en que puede ser recolectada y cómo secarlas al sol para que absorban sus propiedades energéticas. En los rituales de preparación, el tabaco y todas estas plantas son purificados y elevados de vibración con la ayuda de las plegarias e invocaciones y cantos sagrados a los Espíritus.

Además de los instrumentos que tradicionalmente utilizamos para elaborar la Medicina Sagrada (la unión de todas las plantas antes mencionadas), son en sí mismas transformadoras de la energía del tabaco y las demás plantas. Esto es parte del ritual y parte de lo que las hace efectivas, ya que actúan químicamente como liberadoras de las sustancias psicoactivas de ciertas plantas.
El Tabaco sirve también como ofrenda a los elementos de la naturaleza. Acostumbramos también pedir permiso a los guardianes de las montañas, valles y centros sagrados ofrendando el Tabaco. Al cortar un árbol o planta para uso como medicina o para utilizarlo
dentro de la ceremonia como por ejemplo la construcción del Temazcal con las ramas de los arboles, también ofrendamos tabaco a cada rumbo. El tabaco es y forma parte esencial de nuestra conexión con lo sagrado. Para el regresar a nuestras raíces, agradecer, venerar, honrar y compartir cada momento presente desde nuestros orígenes. Cada uno tiene su esencia y su propia experiencia con el tabaco, ya sea fumándolo, ofrendándolo, en ceremonia, elaborándolo, por sueños, por visiones, etc. Cada uno encontrara el mensaje, hallara la respuesta desde el corazón. Desde la verdad de Nuestro Ser Supremo.”

¿Que es el tabaco amasado?

El tabaco es una planta, un espíritu, una medicina universal del origen, un abuelo; es una planta de poder, quizás la más poderosa. Hay tabaco en todo el planeta de muchas especies y variedades, y la humanidad toda se ha relacionado con esta medicina desde el comienzo de los tiempos hasta hoy de muchas maneras.
El amasado del tabaco es una práctica ancestral, es la preparación para fumarlo de manera sagrada, como preparamos y condimentamos los alimentos, también sagrados, antes de comer. En este proceso, un ritual en sí mismo, nos conectamos con su espíritu a través de nuestras manos, podemos sentir su textura, su humedad, percibimos el aroma, los colores. Con este contacto el tabaco también nos siente, es informado por los gestos, las palabras, los cantos y nuestra vibración.

El amasado del tabaco lo alinea y ordena al propósito con el que va a ser fumado, y las plantas que se le agregan lo complementan aportando la medicina específica de cada una en apoyo a ese propósito.
Previo al amasado, el tabaco se humecta durante una semana con ramos de plantas del monte recién cosechadas, la peperina trayendo frescura y la salvia sabiduría en lo justo y lo necesario. Una vez logrado el equilibrio de humedad, se amasa agregando pequeñas cantidades de medicinas secas, molidas: cedro, convocando al propósito esencial de la existencia y a la continuidad de nuestros rezos; copal, llamando a la memoria ancestral, original, al recuerdo de quienes somos en el universo, y para honrar a nuestros antepasados; palodulce trayendo dulzura, calma, alegría y pureza; anis para manifestar la abundancia en todos los planos; lavanda apoyando la transformación.

El amasado que compartimos lleva estos rezos para el despertar de los espíritus, para recordar el propósito de nuestro paso por la tierra, de dónde venimos, a donde vamos, quienes somos. Este tabaco reza la libertad de la percepción y la responsabilidad de tomar nuestras propias decisiones concientes de cómo vivimos y cómo nos relacionamos con todos los seres. Compartimos también un rezo para levantar la relación directa con el tabaco, con el espíritu de cada uno, con el mundo sagrado, y para recuperar las herramientas que fueron puestas desde el origen para apoyarnos en el camino de evolución conciente en armonía con el universo.

Para mantener la humectación del tabaco cuidaremos de cerrar bien la bolsita y sacarle el aire, y también pueden agregarse pétalos de flores, trocitos o ralladura de cáscaras de naranja o manzana, u otras medicinas. Esto siempre con atención a las cantidades, que no se pase de humedad, y que no sean tóxicas en su combustión, con conciencia de la medicina que traen y por qué las ponemos en el tabaco.
DE: Tabaquito comunidad.

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